Gannaver creció adorando a su padre, Garadic. Labinia, su hermana mayor, jugaba a hacerle creer que su padre era un gran mago que se pasaba el día luchando contra grandes monstruos, con unos poderes asombrosos. Se pasaban las horas imaginando como sería un mundo de emociones, hablando con gentes de lejanos países, visitando zonas inexploradas, y aprendiendo cada día nuevos conjuros. A medida que el chico iba creciendo, se desengañaba un poco más con respecto a la realidad, pero en su interior seguía soñando con conocer todas esas cosas con las que había crecido, y que ese día, el día en que se convertiría en un gran y respetado mago, llegaría.

Así, cuando tuvo edad para buscarse la vida por sus propios medios, se armó de valor y entusiasmo, decidió irse a conocer mundo en busca de ese sueño, y no parará hasta conseguirlo...